jueves, 26 de junio de 2008

Capítulo 4: Las sonrisas...

Las sonrisas…

Ya nos sabíamos aquel chiste, ¿y quien no?… y tampoco es que nos hiciese gracia, podía haber contado cualquier otra cosa… tampoco nos impresiono tanto la prueba… lo que de verdad nos dejó en estado de shock, aparte de su espectacular escote, fue como en apenas un minuto nos había hecho creer que en la habitación había una presencia invisible. Tampoco tenemos mucho donde escoger, aun así estamos contentos de nuestra primera elección y, aunque no lo verbalicemos, ambos pensamos que quizá todo vaya demasiado rápido.

Estamos en alguna pequeña calle del centro de Madrid, son las cuatro de la tarde, el cielo esta encapotado, parece que va a llover de un momento a otro aunque el calor es insoportable, me da la impresión de que mis calzoncillos han encogido diez tallas. “Menuda hora para quedar” me dice Javi “Lo siento Tío, no se como decirle que no a esa chica”. Vamos al local de ensayo del grupo de teatro de Susana, nos pasó la dirección el otro día y nos dijo que pasan allí casi todo el día. Después de un par de vueltas damos con el sitio, es un bajo con poca luz, en la puerta una pequeña placa pone “Oficinas Plan 9”. Llamamos al timbre, parece que no funciona, llamamos otra vez, nada… finalmente cuando nos disponemos a golpear la puerta, esta se abre como por arte de magia. Al otro lado está Susana. Nos saluda con una gran sonrisa “¡¡¡que alegría veros!!!”, sonreímos agradecidos. Nos invita a pasar, el local es grande, es una sola estancia vacía, en el fondo de la habitación hay unos sillones, en ellos hay cinco chicos y tres chicas, todos entre veinte y treinta años, todos guapos y, según parece, encantados de conocerse… ok, vale, tengo prejuicios…

Nos presentamos todos y no recuerdo el nombre de ninguno de ellos, todos están muy interesados en que les hablemos de nuestro proyecto, nosotros hemos traído unas escenas para que puedan echarle un vistazo… leen, alguno suelta alguna risita complaciente y algo falsa.. “¿Queréis que hagamos una prueba?”, dice uno. Les contamos que queramos hacer un taller… “¡¡¡Que buena idea!!!” dice otro sobreactuando otra vez. De pronto todos miran a la puerta al mismo tiempo, ni Javi ni yo hemos oído nada. Uno se levanta y va a abrir, entra un tipo de unos 45 años acompañado de otro más joven, hablan de forma extraña, parece algún idioma extranjero ininteligible, el mayor parece excitado y enfadado, el segundo escucha cabizbajo… Javi y yo nos miramos pensando “¡Es él!¡Es perfecto!”…

El chico que abrió la puerta le hace señas al mayor dándole a entender que estamos allí, este nos mira. La sala se queda en silencio, de pronto todos nos observan. El mayor sonríe y se presenta, se llama Ossïp y es el fundador de la compañía. Todos sonríen, ahora sus sonrisas nos parecen extrañas…

domingo, 22 de junio de 2008

Capítulo 3: Que grande es el cine...

Que grande es el cine…

Aquel “¿Llego tarde al casting?” sonó dulce e inquietante, no parecía estar totalmente carente de acento, pero era totalmente inidentificable. La chica no es alta, tampoco es baja… 1,63 quizá. Su pelo moreno y sus ojos claros le dan un aspecto inquietantemente exótico. Parece tener la piel naturalmente blanca, aunque esta ligeramente bronceada. Javi y yo nos quedamos sorprendidos, la miramos como si fuera un fantasma. “¿Me he equivocado de sitio?”, inmediatamente le decimos que no trabándonos el uno al otro. Ella se disculpa por llegar tan tarde, vio el cartel esa misma mañana y pensó que podría llegar a tiempo.

Así que allí estamos, apunto de hacer nuestro primer casting a la mujer mas guapa que hemos visto en la vida, incluyendo internet y telenovelas venezolanas. Le preguntamos si tiene algo preparado, nos dice que sí, en el fondo suspiramos aliviados. La chica se coloca debajo de los focos, nosotros encendemos la cámara, la chica hace unas respiraciones profundas, a nosotros no nos parece inapropiado, la preparación se dilata un par de minutos, no nos importa, es una buena oportunidad para mirarla fascinados. Finalmente abre los ajos bruscamente y nos asustamos… “Se abre el telón…” Javi sonríe, “y se ve a una monja…” de pronto mira rápidamente hacia atrás, como si hubiera oído un ruido y no pudiese evitar buscar el origen… “…se ve a una monja con un escopeta de asalto con lanzagranadas” otra vez se sobresalta y mira a su espalda, cada vez mas nerviosa. Nosotros no oímos nada, pero nos sentimos cada vez más inquietos y miramos al fondo de la sala. “Se cierra el telón...” dice ella a punto de echarse a llorar “… ¿Cómo se llama el actor?”, entonces grita desesperada y como si algo la cogiera por detrás, se acerca rápidamente hacia la mesa en la que estamos nosotros, primero saltamos de la silla asustados y nos alejamos, seguidamente nos miramos como preguntándonos “¿Qué coño hacemos?” y sin esperar una respuesta cogemos a la chica por las muñecas y tiramos de ella mientras intenta zafarse de su atacante invisible. La chica sale disparada por encima de la mesa hacia nosotros y los tres caemos al suelo. Ella se incorpora inmediatamente y dice “Sorsenaguer”… silencio y un “¡¡¡no veá!!!” de Javi… “¿os ha gustado?” dice con un gesto de sincera ilusión “como buscáis a actores que dominen tanto la acción, como el drama y la comedia, se me ocurrió esta escena cuando venía.”

Yo sigo en estado de shock mientras Javi rebobina la cinta por enésima vez para ver la prueba de Susana, la chica de nuestros sueños. Nos ha dicho que está en una compañía de actores, que son muy buenos (que va a decir) y que está segura de que les encantaría trabajar con nosotros… ¡¡¡Dios, que buena está!!!...

viernes, 20 de junio de 2008

Capítulo 2: La chica del casting...

La chica del casting…

Después de reflexionar mucho sobre los pros (tías buenas desnudas todo el día, fiestas y disfrutar del nuevo glamour del porno) y los contras (… bueno… es un trabajo) llegamos a la conclusión de que entrar en la industria del porno pasaría a los primeros puestos de nuestra lista de objetivos por cumplir lo antes posible, después de nuestra película, claro, somos gente responsable.

No nos cuesta mucho conseguir que nos dejen un estudio para hacer el casting, pero tiene que ser el fin de semana. Repetimos la misma operación, vamos a las escuelas de interpretación y a algunas agencias. Esta vez preferimos tener contacto directo con actores y agentes, no es que no nos gusten los otros empleados, sencillamente no nos interesa (… al menos hasta que decidamos ponernos con el porno y queramos volver a los viejos clásicos del fontanero, el electricista o del tipo que pasaba por allí).

El sábado estamos en el estudio a las diez y media. El casting empieza a las once, así que lo preparamos todo, una mesa, una cámara, unos focos y esperamos… algo debemos de estar haciendo mal, porque no aparece nadie… otra vez… son las doce y media, seguimos solos y nos preguntamos “¿Cuántas cajas de pizza llegamos a tener en la entrada de casa cuando vivíamos juntos?”, llevamos un par de horas sentados en un estudio vacío… es normal que la conversación de un par de vueltas, “¿100?”, lo que no es normal es la respuesta… “o mas”. Decidimos que puede ser un ejercicio estimulante y entretenido. Sacamos papel y bolígrafo, tardamos un rato en llegar a un consenso sobre la anchura de las cajas, una falange de mi dedo corazón. Luego discutimos un rato sobre la altura del techo de nuestro antiguo piso, como Javi no llegaba saltando y yo si, concluimos que, como en el fondo es una gilipollez y ademas le hicimos fotos a las columnas de cajas de pizzas, así que las podíamos contar con la foto por delante, usaremos una referencia aleatoria para nuestro ejercicio. Me chupo el dedo y salto con los ojos cerrados, cuando llego arriba hago una marca en la pared… Afortunadamente, cuando nos disponemos a contar cuantas falanges de mi dedo corazón había desde el suelo hasta la marca de saliva, aparece por la puerta la chica más bonita que habíamos visto en persona, era como si el mejor retocador hubiera hecho el trabajo de su vida con el photoshop. “¿Llego tarde al casting?”, esa chica no podría llegar tarde nunca, aunque apareciera dos días después de la cita…

martes, 17 de junio de 2008

Capítulo 1: ...y el futuro inverosimil.

...y el futuro inverosimil.

A partir de este momento este es un diario sobre lo que pasara en un futuro cercano, no se sabe exactamente cuánto tiempo. Intentare ser lo mas objetivo y lo menos positivista en mis predicciones, así que todavía no os voy a decir si acaba bien o mal. Lo que sí que os puedo decir es que va a ser emocionante… o eso espero… y no os preocupéis, no voy a hacer ningún pedante ejercicio de estilo escribirlo todo en futuro… esto no se me da tan bien.

El diario empieza justo cuando Javi y yo hemos acabado de dialogar nuestro guión y vamos a empezar con el casting de la película. Digamos que avanzo, y aquí si estoy siendo optimista, unas cuantas semanas en el futuro. Nuestro guión nos exige buscar a un hombre de mediana edad, a un joven deportista con la pierna rota, a una chica que podría tener cualquier edad, unas seis putas, un chulo, un repartidor de pizzas y unos cuantos personajes relativamente intrascendentes… Syd Field se revolvería en su tumba, si estuviera muerto.

Cuando nos planteamos empezar el casting decidimos que teníamos que aspirar al máximo y cuando se “enamoraran” del proyecto darles el susto, “no vais a cobrar” , “era obvio” dirán algunos, “otra vez no” dirán otros, y con toda la razón del mundo.

Pasamos un día de escuela de interpretación en escuela de interpretación colgando carteles,"Casting para película independiente. 14 de julio a las 12:00 am" con la dirección de la casa de Javi y nuestros números de teléfono. Para que explayarnos, no viene nadie... bueno si, viene el conserje de una de las escuelas, cree que es el casting de una película porno.... "Como se hacía en un piso...". Javi y yo nos miramos y comprendemos que existen ciertos códigos que no conocemos... "¿Estas pensando lo mismo que yo?" "¡Si, hagamos porno!" "Eso también, pero necesitamos un estudio para hacer el casting" (desgraciadamente, en ocasiones, nuestros dialogos son intercambiables).

Prólogo: el presente siempre es extraño...

El presente siempre es extraño...

Es raro levantarse a las cuatro de la tarde y sentirse orgulloso de uno mismo. Pues bien, hoy me he levantado a las cuatro de la tarde y me siento orgulloso de mí mismo ¿Por qué? Porque ayer hice de tipo maduro y contenido, salí hasta las ocho y media de la mañana y me acosté solo, cansado, sobrio y feliz…….

Madrid, final de la primavera del 2008. El tiempo esta extraño, no es una reflexión sobre la relatividad, es la banalidad de siempre sobre el tiempo que nos tortura con calor, frío, lluvia, granizo, incomodas conversaciones en cualquier sitio con gente que no nos interesa, el que nos deja sin tardes de basket, sin tapas los fines de semana y demás daños colaterales. Pues en este caso, el tiempo esta extraño de verdad, a 15 de junio llueve un día y al siguiente hace calor, la gente sale a calle con paraguas cuando estamos a 30 grados, y no los usan para hacer sombra… quizás vuelva a ponerse de moda esa costumbre, sería divertido.

Y yo. Me paso las nueve primeras horas del día metido en un despacho, delante de un ordenador, sin tener del todo claro en qué consiste mi trabajo… no entremos en detalles. Digamos que de pronto son las siete de la tarde y me puedo largar a donde quiera ¿Y qué hago? Pues últimamente, cuatro días a la semana, me voy a casa del tipo de la foto (cuando esta casa siempre “viste” igual). Lo duro es que lo que hago con ese tío seguramente es la cosa que me hace mas ilusión ahora mismo… escribimos una peli… ¡¡¡Otro freak!!! Pensareis. Puede que sí. Bueno, seguramente sí...